Adalyn Reyes siempre ha estado centrada en su carrera dentro de los Miami Flames. Sin embargo, su impecable recorrido se ve afectado cuando el vídeo de un altercado con la mascota del equipo se hace viral. En consecuencia, el dueño del club (que es también su padre) la envía a un pueblo en mitad de la nada para reflotar el equipo de fútbol local y Adalyn está dispuesta a dejarse la piel para conseguirlo. Pero no contaba con que sus jugadores serían un grupo de niñas de nueve años. Además, Cameron Caldani, exportero y leyenda del fútbol, también está en el pueblo y su presencia allí es todo un misterio. Cam es el candidato perfecto para ayudarla, pero después de un primer encuentro un tanto accidentado, en los planes del futbolista de élite solo entra deshacerse de ella cueste lo que cueste.