Jack Torrance está en busca de un nuevo comienzo en su vida. Su esposa quiere mantener a la familia unida. Y su pequeño hijo, Danny, es el único en darse cuenta del mal que los acecha.
“REDRUM”. Esa es la palabra que Danny había visto en el espejo. Y, aunque no sabía leer, entendió que era un mensaje de horror.
Danny tenía cinco años, y a esa edad pocos niños saben que los espejos invierten las imágenes y menos aún saben diferenciar entre realidad y fantasía. Pero Danny tenía pruebas de que sus fantasías relacionadas con el resplandor del espejo acabarían cumpliéndose: REDRUM… MURDER, asesinato.
Su padre necesitaba aquel trabajo en el hotel. Danny sabía que su madre pensaba en el divorcio y que su padre se obsesionaba con algo muy malo, tan malo como la muerte y el suicidio. Sí, su padre necesitaba aceptar la propuesta de cuidar de aquel hotel de lujo de más de cien habitaciones, vacío y aislado por la nieve durante seis meses. Hasta el deshielo iban a estar solos. ¿Solos?…