En La danta que hizo dugú se vuelcan las experiencias vitales y relatos que su autor, Mario Gallardo, recolectó y examinó a lo largo de más de diez años de investigación de campo en la localidad de Masca, departamento de Cortés, hasta integrar un corpus narrativo que fue validado en otras comunidades garífunas de la zona norte de Honduras; un auténtico calidoscopio narrativo que viaja a épocas pretéritas para intentar proyectarse al presente a través de relatos que, a pesar de ser maravillosos e improbables, se narran con completa buena fe, puesto que están destinados, o así lo creen los informantes, a explicar por medio de algo concreto e inteligible, una idea abstracta, conceptos tan difíciles y vagos como el de creación y muerte, las distinciones de razas o especies animales y las diferentes ocupaciones de hombres y mujeres,.