La inseguridad ciudadana, inequidad social, hambre, miseria, corrupción y el desempleo, según los medios de información hablado, leído y visto en el país; hacen posible la narrativa de la presente obra, semejante a una parodia satírica, con el toque del humor reflexivo a las organizaciones políticas, sociales y religiosas, para cambiar nuestro estilo de vida, en pro del Desarrollo Integral de nuestro País.La presente obra, imaginaria en la descripción de sus personajes, se expone a la crítica nacional e internacional, consciente de la buena o mala apreciación, de aquellos que se sientan afectados en su proceso, por eso se advierte, que bien puede ser, una coincidencia o mala interpretación, en la narrativa, de hechos transcendentales; dentro o fuera del territorio nacional de la Republica de Honduras.
Nación que, desde su Independencia de la Corona Española en el año 1821, elige su primer Jefe de Estado en 1825 con don Dionisio de Herrera, de ideas liberales; a la fecha, no se ha visto el Progreso logrado por otras naciones, que fueron subyugadas y tras su libertad soberana, en la actualidad son parte activa de la Economía Mundial.Entonces, el centro de atención paradójicamente, obedece al interés del autor, en describir las posturas de algunos de sus ciudadanos, que buscan el Poder Político y económico del país, apoyándose de las necesidades de Salud, Educación, Seguridad, Trabajo, Beneficios Sociales, La infraestructura física, Servicios Públicos, etcétera.
También, se narra en la obra, el comportamiento religioso de algunos de sus representantes, donde se presume, aprovechan la necesidad permanente del hombre, en la búsqueda de la verdad y la vida eterna, mediante el crecimiento espiritual, que origine el enriquecimiento de los valores morales, tan vitales para el acercamiento a la Doctrina que irradia El Santo Evangelio.En conclusión, el autor es del criterio, que tanto el análisis de la economía del país, la religión sin medida, política bipartidista, inseguridad ciudadana, corrupción, la criminalidad, y otras más, seguirán creciendo, sino hacemos actos de contrición, aceptando cada uno de nosotros, nuestra responsabilidad para cambiar y sacar de estas honduras a Hondonada.