Hoy en día contamos con todas las herramientas para hacer cada vez más sencillas nuestras tareas, no obstante, y de manera paradójica, el desafío de mantener una productividad óptima nunca ha sido mayor.
Vivimos el periodo más avanzado tecnológicamente de la historia, tenemos teléfonos móviles y aplicaciones increíbles para cada cosa; todo tipo de productos y soluciones están a un clic de distancia. Entonces, ¿cómo es posible que ser productivos sea un desafío tan grande para tantos?
En una palabra: DISTRACCIÓN. Gastamos demasiada atención en correos electrónicos, mensajes de texto, redes sociales, notificaciones y demás, pensando que esas actividades son importantes y urgentes. La realidad es que no lo son, sólo complican nuestras vidas y nos alejan de nuestras metas.