Lo ordinario y lo fantástico, lo sagrado y lo profano, lo trágico y lo cómico son opuestos que se encuentran, chocan o conviven en los quince relatos que componen Subida al cielo y otros cuentos, primer libro de Roberto Castillo, publicado originalmente en 1980. El autor recoge en ellos las múltiples formas de lo que significa ser hondureño, en escenarios que al lector le resultarán familiares, como si al asomarse por la ventana para espiar a los vecinos fuera testigo de la historia del país entero.
Este libro no sólo supuso el inicio de la sobresaliente carrera literaria de Roberto Castillo sino también la ampliación hacia otras formas de narrar, más vanguardistas, más a tono con la narrativa latinoamericana de la época, cuando en Honduras, a pesar de los casos excepcionales de otros dos o tres autores atentos al devenir de la literatura contemporánea, la narrativa mostraba todavía sus inclinaciones costumbristas o hacia el romanticismo o el realismo social.