Cuando, tras una sorprendente traición, Sera y el seductor gobernante de las Tierras Umbrías, del que está locamente enamorada, acaban cautivos del falso Rey de Dioses, solo hay una cosa que puede liberar a Nyktos y evitar que las fuerzas de las Tierras Umbrías invadan Dalos y desaten la Guerra de Primigenios. Pero convencer a Kolis no será fácil; ni siquiera tras haber entrenado una vida entera. Mientras su Aparición más favorecida insiste en que Sera no es más que una mentira, la naturaleza errática de Kolis y su retorcido sentido del honor la deja estremecida hasta los huesos; nada podía prepararla para la crueldad de su Corte o las impactantes verdades que le ha revelado. Tales revelaciones no solo trastocan lo que ella creía que eran sus obligaciones y la creación de los reinos, sino que la llevan a plantearse cuál es exactamente la amenaza real. Sin embargo, sobrevivir a Kolis solo es una parte de la batalla. La Ascensión se acerca, y a Sera se le agota el tiempo. Sin embargo, Nyktos hará lo que sea para mantener a Sera con vida. Incluso arriesgará la total destrucción de los reinos, y eso es exactamente lo que ocurrirá si no asciende a Primigenio de la Vida. Pero a pesar de su determinación, sus destinos podrían no estar en sus manos. Existe una amenaza inesperada; impredecible, desconocida y no escrita. Lo único más poderoso que los Destinos