El carcelero tiene su carcelero y éste al suyo y así al infinito. Tú y yo somos los eslabones finales de una larga cadena de sumisiones. Así está ordenado el mundo, mi joven amigo. ¿Hay otra salida".
Eso dice el protagonista de uno de los ocho cuentos que integran esta obra, por donde Carolina Grau transitará como presencia sutil, como persona, como fantasma y como enigma, trazando siempre un fino halo de misterio.
Los lectores se preguntarán si lo que leen son hechos de la imaginación, fragmentos de sueños o terribles realidades que permanecieron ocultas. La distancia y la cortesía permiten que el horror subyacente se manifieste de un manera más fría y poderosa, no como sueño de la razón sino como vigila de semi-razón. La realidad también son las palabras, aunque a veces sirven de aplazamiento entre un horror y el siguiente.