Sebastián tiene cuarenta años, deudas, un matrimonio al borde del colapso y un trabajo que detesta. Su vida es un perfecto desastre, y cuando cree que las cosas no podrían estar peor, recibe una carta escrita a mano. La autora, una mujer llamada Milena, le confiesa que lo ama. Que siempre lo ha hecho. Pero también le dice que el dolor es insoportable, que ya no puede seguir viviendo así… y que ha decidido quitarse la vida.
Sebastián no da crédito a lo que acaba de leer. No conoce a nadie llamada Milena. Pero hay algo en esas líneas, un detalle apenas perceptible, que le eriza la piel y lo hace sospechar que no se trata de un simple error. La carta, en efecto, es para él.
Intrigado, se dedica a hallar a esa mujer, pero su mundo comienza a resquebrajarse con cada pieza del rompecabezas que encuentra, hasta hacerlo dudar de todo, incluso de su propia cordura.