La naturaleza nos ha sorprendido desde el origen de los tiempos con su misteriosa belleza: lunas inmensa de sangre, hermosos arcoíris y nubes de extrañas formas, violentas tormentas, desiertos de origen desconocido, cuevas con caprichosas formas de hielo… Lo que en tiempos remotos fue atribuido a los dioses, a la magia o incluso a la intervención extraterrestre, tiene sin embargo una explicación científica que merece la pena conocer.